Ante la novedad de vehículos de movilidad personal, muchos son los que desconfían de este nuevo medio de transporte. De hecho, es normal que las normas que regulen los VMP no sean muchas y que la regulación en materia de seguridad vial se vaya ampliando.
Bien es sabido que España tiene un clima, infraestructura y un paisaje que, para los aficionados al ciclismo, hace muy difícil resistirse a practicarlo. Tanto es así que, según datos de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), el número de unidades adquiridas alcanza los 22 millones de bicicletas.
En los últimos años la bicicleta ha tomado un papel protagónico en las vías de las principales ciudades del mundo, además, nunca nos olvidamos de ella a la hora de hacer deporte, o simplemente para divertirnos y recrearnos con nuestro hijos.
Los ciclistas son usuarios vulnerables en las carreteras y al serlo, tanto ellos como los demás conductores de vehículos, deben cumplir son ciertas obligaciones y responsabilidades para garantizar la seguridad vial de todos, sobre todo si se usan como transporte para llevar a tus hijos al colegio o cualquier lado.
Según un análisis sobre la movilidad en el entorno laboral, casi una quinta parte de los conductores no tendría problema en desplazarse al trabajo en bici.
El número de ciclistas víctimas de accidentes de tráfico ha ido en aumento de forma considerable este último año. Aunque se trate de un grupo minoritario, es sin duda, el más vulnerable, por ello debemos tenerlo en mayor consideración a la hora de mantener una adecuada educación y seguridad vial.
En 2010 surgió en la Unión Europea un plan estratégico para la seguridad vial 2011-2020; con éste se busca reducir por lo menos a la mitad, las víctimas mortales de accidentes en carretera durante esta década.