La motocicleta es un medio de transporte ágil y sumamente cómodo para movilizarse por las carreteras y por gran parte de las ciudades españolas. Circular con este vehículo suele exigir una mayor atención a los conductores y un cumplimiento riguroso de las normas de tránsito, debido a su escaza carrocería, lo que muchas veces suele jugar en contra de la seguridad de quienes se montan.
Cuando los motoristas se encuentran en un atasco o en una situación donde pueden avanzar según lo esperado, son mucho los que optan por adelantar por el arcén, entre los vehículos e invadiendo el carril contrario, cualquier maniobra es buena si se consigue ir más rápido, una actividad que se está convirtiendo en asidua y parece que, por ello, carece de peligrosidad, cuando, por el contrario, este tipo de maniobra es extremadamente peligrosa costándole la vida a muchos motoristas.
Los conductores de motocicletas y ciclomotores siguen formando parte del grupo más vulnerable en nuestras carreteras. Desgraciadamente, mientras el número de fallecidos en accidentes de tráfico con turismos decrece, el de motocicletas y ciclomotores aumenta.