Tasa de alcoholemia: sus efectos al volante

Los límites de alcoholemia al volante, desde que se instauraron, siempre han generado una controversia entre la sociedad, especialmente en los conductores activos. Si bien es cierto que, desde el punto de vista de la seguridad vial, lo ideal para una conducción perfectamente responsable sería de un nivel “CERO, CERO”, a nivel práctico existen diferentes tasas de alcoholemia.

Los efectos que produce el alcohol, aunque no dejan de ser graves, pueden variar dependiendo de distintos factores, pero a su vez es posible clasificarlos en función del nivel de alcohol en sangre.

Tasa alcoholemia y sus efectos

•  0’20 mg/litro: El desparpajo y la verborrea se acentúa, la cohibición desaparece y la capacidad de reacción se ve mermada.
•  0’50 mg/litro: El umbral del dolor incrementa, tanto la agudeza visual como el oído se reducen. La noción de velocidad y el cálculo de la distancia se van distorsionando.
• 0’80 mg/litro: Ocurren los primeros fallos de coordinación, también se deteriora la vista y los tiempos de reacción aumentan entre 30 y 50 veces.
• 1 mg/litro: El estado de ebriedad comienza a ser latente. Las emociones y comportamientos se alteran claramente.
• 2 mg/litro: A estos niveles, los efectos del alcohol son comparables a los de un sedante potente: el habla desaparece y tan solo se balbucea. Se producen problemas de memoria, y también sensoriales. Los músculos se relajan, las pupilas se contraen.
• 2’5 mg/litro: Se produce una especie de anestesia: las pupilas se dilatan, agravándose el resto de problemas mencionados anteriormente. La persona afectada puede perder repentinamente el conocimiento y sufrir un shock. Si se sigue bebiendo, hay riesgo de coma y muerte.

En CEA procuramos velar constantemente por la seguridad y protección de las personas en la carretera, por lo que abogamos por un cambio de mentalidad de la sociedad: tanto en la aceptación de reducir las actuales tasas de alcoholemia – establecidas por ley – como reconocer y subsanar los problemas de adicción a las bebidas alcohólicas.

Al igual que muchos expertos en materia de seguridad vial, desde el Comisariado Europeo del Automóvil tenemos la esperanza de que llegue el día en que la mayor parte de la sociedad española logre cambiar definitivamente su forma de ver los efectos del alcohol al volante, y comience a tomar conciencia de las graves consecuencias que pueden causar.

Que bonito sería un mundo en el que ningún conductor se vanagloriase de haber tenido la suerte de llegar a su casa con un estado de ebriedad importante sin ser detectado por la policía , y en caso de hacerlo, ser “mal visto” por los demás.

Rosa M. García Álvarez - Directora de Comunicación de CEA

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