Los accidentes de tráfico se producen principalmente por las distracciones al volante. Esto sigue siendo un claro ejemplo de que el factor humano es una de las principales causas de los siniestros viales.
Todos coincidimos en que uno de los factores climatológicos que provocan más riesgo en la conducción, por su impedimento en la visión del conductor, es la niebla. Pero esto no significa que la luz antiniebla de los faros de iluminación traseros deba usarse al libre albedrío.
Los límites de alcoholemia al volante, desde que se instauraron, siempre han generado una controversia entre la sociedad, especialmente en los conductores activos. Si bien es cierto que, desde el punto de vista de la seguridad vial, lo ideal para una conducción perfectamente responsable sería de un nivel “CERO, CERO”, a nivel práctico existen diferentes tasas de alcoholemia.