Según el Estudio “Radiografía del motorista en España” un 65% de los motoristas no se sienten respetados por los automovilistas mientras conducen, aunque un 30% se considera menos prudente que otros conductores.
En 1960, ocho años antes de su muerte, John Steinbeck, el gran escritor norteamericano autor, entre otras grandes novelas, de “Las Uvas de la Ira”, realizó un viaje de 17.000 kilómetros por los Estados Unidos en una autocaravana con la sola compañía de un caniche al que llamó “Charley”.
Es una realidad que los accidentes de tráfico se han incrementado en España de forma preocupante en los últimos meses. Ello nos debe mover a una profunda reflexión, pues no sólo se trata de muertos y heridos en términos humanos, auténticas tragedias, sino que también supone una sangría económica.
Sabemos que los peatones son las personas que transitan a pie por las vías públicas, y esto los convierte en actores de la convivencia vial, tanto en vías urbanas como interurbanas, por ende, tienen responsabilidades y deben cumplir con ciertas normas.
El Eurobarómetro Europeo de la fatiga 2019, concluyó que el 15,7% de los conductores europeos admite haber sufrido un accidente de tráfico por culpa de la fatiga.
Anualmente incrementa el número de víctimas al volante debido a que tomamos por sentada la Seguridad Vial. Una de las principales causas es el fallo del mantenimiento del coche, y entre ello, mencionamos la importancia de cambiar las luces del coche.
Los estudios muestran que los accidentes de automóvil son la principal causa de mortalidad entre jóvenes en todo el mundo, con una mayor proporción entre los que tienen entre 18 y 24 años.
Las medidas especiales de regulación del tráfico de la DGT, actualmente dirigida por Gregorio Serrano y que se pondrán en marcha durante el presente año, complementarias a otro paquete de decisiones urgentes que están desarrollando con el fin de reducir la accidentalidad vial, incluyen entre otros: la restricción de la circulación de algunos camiones en las vías convencionales con más tráfico y puntos negros (zonas de alta siniestralidad).
Que la fisionomía de un adulto y de un niño son distintas es algo con lo que todos contamos. ¿Pero realmente sabemos cómo puede influir dicha diferencia en un accidente de tráfico?
Los sistemas de retención infantil ofrecen la mejor protección que puede llevar un niño cuando se encuentra a bordo de un vehículo, además de ser obligatorios.