Es una realidad que los accidentes de tráfico se han incrementado en España de forma preocupante en los últimos meses. Ello nos debe mover a una profunda reflexión, pues no sólo se trata de muertos y heridos en términos humanos, auténticas tragedias, sino que también supone una sangría económica.
La seguridad vial tiene el objetivo principal de prevenir o reducir al máximo posible los daños que provocan los accidentes viales. Salvaguardar la integridad física de todas aquellas personas que transitan la vía pública (conductores, pasajeros, peatones…) haciendo así que los factores de riesgo se disminuyan o se reduzcan lo máximo posible.
El Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco ha convocado un programa de ayudas para la implantación de sistemas de gestión de calidad y de gestión medioambiental en el sector del transporte público de mercancías y viajeros por carretera.
Bureau Veritas entrevistó al Director General de CEA, Rafael Fernández-Chillón, como experto en seguridad vial y seguridad vial laboral para hablar sobre el papel que juegan las empresas en materia de seguridad vial.
En Chile el año pasado hubo más de 1.675 fallecidos por accidentes de tránsito, la mayor estadística en ocho años y una de las más altas desde 1972, cuando se comenzaron a contar oficialmente los siniestros viales.
Son conductores profesionales, aquellas personas que hacen de la conducción su medio de vida, con lo que recorren día a día miles de kilómetros. Es una profesión, no exenta de riesgo y no precisamente por impericia sino por la existencia de otros factores que inciden directamente en su comportamiento.
En junio de 2017, la Fundación CEA ha obtenido la certificación ISO 39001 otorgada por la auditora BUREAU VERITAS en reconocimiento a los sistemas de gestión en materia de seguridad vial para la prevención de accidentes e incidentes de tráfico.
La siniestralidad asociada a las furgonetas se ha convertido en un tema de creciente preocupación en el ámbito de la seguridad vial. Los conductores de furgonetas enfrentan un riesgo significativamente mayor de sufrir accidentes de tráfico en comparación con otros conductores, lo que plantea desafíos importantes para las autoridades y los profesionales del sector.