El ESP es el Control Electrónico de Estabilidad y es el sistema que evitará que el coche derrape o patine tanto en agua como en hielo. Se estima que el ESP ha evitado cerca del 80% de los posibles accidentes por derrape.
El sistema de control de tracción actúa electrónicamente, bien sobre la potencia del motor, o bien sobre los frenos. Cuando la fuerza transmitida por el motor a las ruedas es superior a la de rozamiento entre éstas y el suelo, se produce la pérdida de capacidad de movimiento del vehículo y de gobernabilidad.