La AEC (Asociación Española de la Carretera) y EuroRAP (Programa Europeo de Evaluación del Riesgo en Carretera) han llevado a cabo estudios que determinan y confirman que el mal estado de las carreteras es uno de los muchos factores que se hallan tras el repunte de los accidentes de tráfico registrados durante el pasado año 2016.
La norma establece que todo vehículo que circule detrás de otro habrá de hacerlo a una distancia que le permita detenerse en caso de frenazo brusco, sin colisionar con él, teniendo en cuenta especialmente la velocidad, las condiciones de frenado y adherencia.
De igual modo, la distancia que les separe en caso de adelantamiento, deberá permitir a su vez al que le siga adelantar con total seguridad tanto de forma activa como pasiva.