Hábitos que debemos evitar al conducir para no estropear nuestro coche
Cada individuo posee un estilo único al volante que a menudo se arraiga desde el momento en que obtiene su licencia de conducir. Lamentablemente, algunos de estos hábitos, aunque parezcan inofensivos, pueden tener un impacto negativo en la salud y el rendimiento a largo plazo del vehículo. Desde apoyar la mano en la palanca de cambios hasta dejar la reserva de combustible al límite, estas acciones pueden pasar desapercibidas, pero podrían estar afectando significativamente el funcionamiento del automóvil.
¿Cuáles son los malos hábitos al conducir?
Apoyar la mano en el cambio de marchas
Uno de los hábitos más comunes y perjudiciales es conducir con la mano apoyada en la palanca de cambios. Aunque pueda parecer insignificante, este simple acto ejerce presión sobre los componentes conectados a la caja de cambios, lo que eventualmente puede causar desgaste en engranajes y rodamientos. Asimismo, mantener una marcha engranada mientras el vehículo está detenido aumenta el desgaste del embrague. Es esencial dejar el automóvil en punto muerto y solo pisar el pedal del embrague al cambiar de marcha.
Uso excesivo de los frenos
El abuso continuo de los frenos o frenar bruscamente conlleva un sobrecalentamiento que reduce su capacidad de frenado y aumenta el desgaste. En lugar de ello, se recomienda utilizar el freno motor siempre que sea posible y mantener una atención constante en la carretera para anticipar y evitar frenadas abruptas.
Revolucionar el motor en frío
Arrancar el motor y acelerarlo bruscamente sin permitir que alcance una temperatura adecuada puede provocar un mayor desgaste, ya que el aceite necesita tiempo para circular correctamente por el motor. Es fundamental permitir que el vehículo se caliente antes de exigir su rendimiento máximo.
Descuidar el mantenimiento de los neumáticos
Los neumáticos son vitales para la seguridad y el rendimiento del automóvil, y su presión debe mantenerse dentro de los límites recomendados por el fabricante. Circular con presiones inadecuadas puede provocar un desgaste irregular y aumentar la distancia de frenado. Además, es importante evitar golpear los neumáticos contra bordillos o rozar los flancos al estacionar, ya que esto puede causar daños internos que comprometen su integridad.
Evitar sobrecargar el vehículo y llenar el tanque al límite
Exceder el límite de carga recomendado y mantener la reserva de combustible al mínimo pueden tener consecuencias graves. Sobrecargar el vehículo afecta su estabilidad y pone más tensión en los sistemas de frenos, suspensión y transmisión. Por otro lado, dejar que el tanque de combustible se agote completamente puede dañar la bomba de gasolina y aumentar el riesgo de averías.
Corregir estos hábitos al volante no solo preservará la salud y la longevidad de nuestro vehículo, sino que también garantizará nuestra seguridad en la carretera. Al adoptar prácticas de conducción responsables y mantener un mantenimiento adecuado, podemos proteger nuestra inversión y disfrutar de un viaje más seguro y confortable.
Viviana Velásquez Scarano – Departamento de Comunicación
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