Retos de la conducción autónoma
A la hora de hablar de conducción autónoma hay que tener en cuenta los distintos niveles o categorías en las que se puede enmarcar su autonomía.
La conducción autónoma cuenta con cinco categorías de autonomía:
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Categoría 1 y 2 que implica una conducción sin pies
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Categoría 3 permite conducir sin pies y sin manos
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Categoría 4 se puede conducir sin pies, sin manos y sin prestar atención a la carretera
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Categoría 5 conducción en la que se prescinde de la consciencia del conductor
CEA está a favor del cambio y retos que implica la implantación de la conducción 100% autónoma ya que, si tenemos en cuenta que la mayoría de los accidentes se producen por un fallo humano, la conducción autónoma podría reducir la siniestralidad en nuestras carreteras al descartar el mismo.
¿Qué niveles de autonomía son viables?
Debemos adaptarnos a los nuevos tiempos teniendo en cuenta nuestras infraestructuras y el perfil de nuestros conductores, por ello, no consideramos viables los niveles 4 y 5 ni nos gustaría que se plantearan.
Confiamos en que los sensores de esta tecnología reducirán los accidentes de tráfico pero, no creemos que España esté preparada para recibirla en el nivel en el que la consciencia del conductor sea prescindible.
En cualquier caso, hay factores como las infraestructuras, altos precios de coste de los vehículos autónomos y el elevado envejecimiento de nuestro parque móvil, harán que la implantación de dichos vehículos se prevea lenta.
Rosa M García Álvarez. Directora de Comunicación.
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