Es una realidad que los accidentes de tráfico se han incrementado en España de forma preocupante en los últimos meses. Ello nos debe mover a una profunda reflexión, pues no sólo se trata de muertos y heridos en términos humanos, auténticas tragedias, sino que también supone una sangría económica.
Libertad, autonomía y placer. Es lo que sienten la mayoría de jóvenes cuando conducen, una actividad que disfrutan, en la que se consideran responsables y en la que en líneas generales se ponen buena nota.
Los estudios muestran que los accidentes de automóvil son la principal causa de mortalidad entre jóvenes en todo el mundo, con una mayor proporción entre los que tienen entre 18 y 24 años.