No todos los jóvenes conducen de la misma forma, y mucho menos tienen la misma actitud al volante. Sin embargo, unas costumbres de ocio extendidas relacionadas con la conducción nocturna o el consumo de alcohol, entre otras, pueden ser factores de riesgo cuando conducen.
No todos los jóvenes conducen de la misma forma, y mucho menos tienen la misma actitud al volante. Sin embargo, unas costumbres de ocio extendidas relacionadas con la conducción nocturna o el consumo de alcohol, entre otras, pueden ser factores de riesgo cuando conducen.
La velocidad al volante es uno de los factores más determinantes en la seguridad vial y su gestión adecuada es esencial para prevenir accidentes y salvar vidas. Conducir a velocidades adecuadas no solo reduce el riesgo de colisiones, sino que también amenora la gravedad de los incidentes cuando ocurren, contribuye al bienestar del medioambiente y puede significar un ahorro relevante en combustible y mantenimiento del vehículo.