Libertad, autonomía y placer. Es lo que sienten la mayoría de jóvenes cuando conducen, una actividad que disfrutan, en la que se consideran responsables y en la que en líneas generales se ponen buena nota.
Cerca de un 33% de los accidentes con víctimas mortales en España se deben a los efectos del alcohol en la conducción. El alcohol es por tanto, la causa que más incidencia tiene en la accidentalidad, convirtiéndose de esta forma en una de las lacras más graves de las carreteras.
No todos los jóvenes conducen de la misma forma, y mucho menos tienen la misma actitud al volante. Sin embargo, unas costumbres de ocio extendidas relacionadas con la conducción nocturna o el consumo de alcohol, entre otras, pueden ser factores de riesgo cuando conducen.
Los estudios muestran que los accidentes de automóvil son la principal causa de mortalidad entre jóvenes en todo el mundo, con una mayor proporción entre los que tienen entre 18 y 24 años.