La utilización de los espejos retrovisores resulta fundamental para obtener una visión del entorno rápida y eficaz y, de esta forma, poder realizar las maniobras, cambios de sentido o adelantamientos con un mayor nivel de seguridad.
En 1960, ocho años antes de su muerte, John Steinbeck, el gran escritor norteamericano autor, entre otras grandes novelas, de “Las Uvas de la Ira”, realizó un viaje de 17.000 kilómetros por los Estados Unidos en una autocaravana con la sola compañía de un caniche al que llamó “Charley”.
El ángulo muerto cuando circulamos en moto nos limita la visión lateral trasera y en muchas ocasiones es la principal causa de muchos sustos y accidentes. Resulta curioso lo poco que han evolucionado los espejos retrovisores de la moto, y la forma en que muchas marcas prestigiosas dan más importancia a la estética y el diseño de sus retrovisores, más que a su efectividad.