Según la DGT, algunos de los consejos iniciales para lograr una conducción segura con niebla son utilizar bien las luces del vehículo, dejarnos llevar por las marcas viales e incluso aumentar la distancia de seguridad entre coches.
La velocidad al volante es uno de los factores más determinantes en la seguridad vial y su gestión adecuada es esencial para prevenir accidentes y salvar vidas. Conducir a velocidades adecuadas no solo reduce el riesgo de colisiones, sino que también amenora la gravedad de los incidentes cuando ocurren, contribuye al bienestar del medioambiente y puede significar un ahorro relevante en combustible y mantenimiento del vehículo.