Por qué el efecto túnel aumenta el riesgo de accidente

Al conducir, el efecto túnel aumenta el riesgo de accidentes ya que limita el campo de visión del conductor y su capacidad de reacción. Pocas personas conocen este efecto y están conscientes de la importancia que tiene evitarlo.

¿Qué es el efecto túnel?

El campo de visión humano no es de 360 grados, por ende, no tenemos una visión panorámica. Sin embargo, sí contamos con una visión periférica que nos permite reaccionar ante peligros y agresiones.

La velocidad es la causa principal del efecto túnel; ésta altera el ángulo de visión y la nitidez con la que se perciben las cosas. Nuestro ojo tiene un ángulo de visión horizontal como de unos 180 grados, pero esto es cuando estamos tranquilos o en reposo. En cambio, el campo de visión que tenemos cuando estamos en movimiento, se conoce como campo de visión cinética.

El efecto túnel sucede entonces cuando el conductor tiene la sensación de estar dentro de un tubo, y las cosas que están a su alrededor se perciben borrosas, siendo nítido solo lo que tiene por delante. Cuando conducimos a altas velocidades, el campo de visión cinética es escaso y peligroso, y la visión periférica desaparece por completo.

Los grados del efecto túnel y la velocidad

• A velocidades inferiores a los 65 kilómetros por hora, se mantiene un campo de visión cinética amplio, como de unos 104 grados.

• A velocidades entre los 65 y 120 kilómetros por hora, el campo de visión cinética empieza a disminuir de forma paulatina y acelerada, según los cálculos, se reduce a 70 grados cuando se superan los 65 kilómetros. Y a los 100 kilómetros el ángulo es de 42%.

• Si la velocidad es mayor de 150 kilómetros por hora, el efecto túnel adquiere dimensiones máximas y el ojo percibe solo unos 18 grados. A velocidades como de 130 kilómetros, el ángulo sigue siendo pequeño, se perciben unos 30 grados.

Las consecuencias de conducir bajo el efecto túnel

• Disminuye la capacidad de reaccionar al volante; como solo vemos lo que está por delante de nosotros, las reacciones son lentas, suceden tarde y a veces ni siquiera suceden.

• No se perciben posibles situaciones de riesgo.

• Como se conduce a mayor velocidad, el cuerpo segrega adrenalina y por ende se abstrae de la concentración periférica y atenta que se necesita al volante.

• Los estímulos externos se hacen menores o desaparecen; no se perciben los coches que están a los lados, no se percibe si dan señales o ponen intermitentes.

Así como conducir bajo el efecto túnel es sumamente peligroso, éste es fácil de evitar. Simplemente hay que conducir siempre bajo los límites establecidos.

Adriana Grossmann – Departamento de Comunicación

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